La posibilidad de deducir los gastos relacionados con la compra y uso de un vehículo es una cuestión fiscal importante, tanto para autónomos y profesionales como para empresas.

En este artículo analizaremos cómo se pueden deducir estos gastos en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y en el Impuesto sobre Sociedades.

La deducción es un gasto por la compra y uso del vehículo

En el impuesto de sociedades se deducen los gastos de amortización de un vehículo siempre que se utilice exclusivamente en la actividad de la empresa y sea necesario para su desarrollo. Además, se deben cumplir los requisitos de registro contable, devengo y justificación documental. Las normas tributarias exigen que los gastos estén directamente relacionados con los ingresos.

Para poder deducir el automóvil del impuesto de sociedades, debe registrarse en la contabilidad de transacciones, ya sea como un activo de inversión o como un gasto en el estado de resultados de la empresa.

También es importante poder justificar el uso exclusivo del vehículo para el negocio de la empresa, ya que la tesorería puede solicitar evidencias como una calcomanía con el logo de la empresa, registros de uso del vehículo, recibos de estacionamiento, etc.

¿Qué ocurre en caso de uso parcial del vehículo?

En el caso de uso parcial del vehículo, es decir, uso privado y fines de empresa, los gastos relacionados con el vehículo aún se pueden deducir, pero se debe asignar una recompensa en especie a favor de la persona que lo usa para fines privados.

En el caso de autónomos y profesionales, también es posible deducir estos gastos siempre que se acredite la relación directa con la actividad y se cumplan los requisitos fiscales.

En el caso de autónomos y profesionales, la deducción de los gastos por la compra y uso del vehículo también está sujeta a determinadas condiciones. En el IRPF, los gastos de extinción de un vehículo son deducibles fiscalmente siempre que se utilice en el ejercicio de la actividad y sea necesario para su desarrollo.

No obstante, en el caso de autónomos y profesionales, el uso del vehículo no tiene por qué ser únicamente con fines profesionales. Esto significa que se permite el uso mixto, tanto para fines profesionales como privados.

Para poder deducir los gastos de incendio de vehículos en el IRPF es necesario cumplir los siguientes requisitos:

  • Inscripción de la propiedad en el activo fijo de los trabajadores autónomos o profesionales.
  • Periodificación de gastos en el ejercicio correspondiente.
  • Justificación documental del gasto.

Además, es importante tener en cuenta que si el uso del vehículo es mixto, ya sea para fines profesionales o privados, entonces una parte de los gastos debe imputarse a la actividad profesional y otra parte al uso privado. Esta inclusión se puede realizar de varias formas, como el registro de kilómetros o una estimación basada en el porcentaje de uso del vehículo con fines profesionales.

Fue la interpretación del Tesoro que la división entre el uso privado y comercial de un vehículo debe hacerse de acuerdo a las horas en que el vehículo está disponible. Sin embargo, los tribunales han interpretado recientemente que se debe abordar el uso efectivo del vehículo y no solo el poder de disposición, por lo que es razonable que el uso privado y comercial sea del 50-50%.

La empresa tiene que proporcionar partes de visitas a clientes, proveedores, departamentos, bancos, etc. Para justificar el máximo aprovechamiento empresarial del 50% y bonificación en especie del 50%, deberá incluir en la nómina del socio/directivo y empleado, deducir e ingresar el IRPF correspondiente.

Otras consideraciones a tener en cuenta

En cuanto a la financiación de automóvilesEsto no afecta a la deducción del impuesto de sociedades.

Sobre el impuesto al valor agregado en la compra del autoEs necesario que el bien esté relacionado con la actividad para poder deducir el monto subsidiado o pagado. Son bienes o servicios que no están directa y exclusivamente afectados por la actividad: los que se utilizan simultáneamente para actividades comerciales o profesionales y para necesidades particulares, los que no están incluidos en el patrimonio empresarial o profesional, y los que tienen por objeto satisfacer la necesidades personales o especiales del empresario o profesional.

En definitiva, tanto en el Impuesto sobre Sociedades como en el IRPF, la deducción por gastos por la compra y circulación de un vehículo está sujeta a determinadas condiciones y requisitos. Es importante cumplir con la normativa fiscal y justificar el uso adecuado del vehículo para poder deducir los gastos correspondientes. En el caso de uso mixto, hay que imputar gastos por actividad profesional y uso privado.

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